LA IMPORTANCIA DE HACER UNA BUENA GESTIÓN DEL TIEMPO
¿Consideras que pierdes el tiempo? ¿No sabes cómo gestionarlo?
Saber gestionar tu tiempo es muy importante. Las pequeñas o grandes «fugas» de tiempo suponen el total de tiempo que pierdes cada día y que no vas a poder recuperar.
Un día está compuesto de 24 horas, es decir, no puedes añadirle ni quitarle horas. Es por eso, que aprender a hacer una buena gestión de tu tiempo para sacar el mayor rendimiento posible te proporcionará grandes beneficios. La adecuada administración del tiempo te llevará a tener un equilibrio saludable entre tu trabajo y tu vida personal.
Por el contrario, una mala gestión del tiempo provocará no llegar a cumplir con tus compromisos y una vida con estrés excesivo.
Los beneficios de administrar bien tú tiempo:
- Podrás hacer más cosas en períodos de tiempo más cortos y de manera más productiva. Así pues, tendrás más tiempo para ti y tu descanso.
- Lograrás tus objetivos más rápido, es decir, si gestionas bien lo que quieres hacer en cada momento, tendrás tiempo para llegar a tus metas.
- El poder cumplir con tus plazos y tus metas, te generará más confianza y motivación en tu puesto de trabajo.
- Conocer qué hacer en cada momento, conllevará que te sientas con más seguridad y capacidad de resolución.
Dentro de la administración del tiempo, existen unos enemigos de tu productividad, son los llamados ladrones del tiempo. Reconocerlos y saber gestionarlos mejorará tu desempeño laboral y tu productividad.
Los ladrones del tiempo pueden ser internos o externos. Es decir, cada persona es responsable de gestionar su tiempo y decidir qué es lo prioritario en cada momento.
A continuación, encontrarás algunos ejemplos de ladrones internos y externos. ¿Con cuáles te identificas más?
Seguramente, te estarás preguntando: Me gustaría organizarme mejor pero, ¿cómo lo hago? ¿Que pasos tengo que seguir?
Pues bien, a continuación te voy a dar algunos consejos para que puedas administrar tu tiempo de manera sencilla.
- Organízate. Dedíca unos minutos diariamente a planficar el día y semanalmente a decidir cuáles son tus prioridades para agendar tus compromisos en función de ellas.
- Realiza reuniones cortas y enfocadas. Tu tiempo es importante y el de los demás también: Respétalo
- Aprende a delegar. Quizás no lo harán exactamente como tú lo harías pero no puedes controlarlo todo. Invierte un tiempo de calidad a explicar qué quieres y cómo lo quieres. Asegúrate que es la persona adecuada para delegar y que tiene los recursos necesarios y realiza reuniones de seguimiento.
- Utiliza tecnología y haz una buena gestión de ella. Por ejemplo, si realizas reuniones vía Skype, organiza la reunión definiendo el objetivo, es decir, para qué os vais a reunir, que participen sólo las personas que la van a aprovechar, asegúrate de tener buena conexión y adapta tu discurso a los límites que tiene la tecnología. Antes de finalizar la reunión, hay que definir los compromisos que cada uno va a tomar, la tarea de la que se encargará. Estar seguros de que tenéis todos los recursos necesarios para cumplir con los compromisos y poner una fecha de seguimiento de los mismos. De esa forma vuestra reunión habrá sido productiva.
- Aprende a decir NO. Fija límites sin agresividad pero con firmeza.
- Que lo urgente no esté por encima de lo importante. Reserva un tiempo para lo importante antes de que se convierta en urgente o vivirás «apagando fuegos»
- Apaga los distractores: Redes sociales, grupos de whatsapp, … disminuyen tu concentración y productividad.
- Respeta tus tiempos
- Reserva un tiempo para ti y para tu renovación: formarte, descansar, video-socializar, relajarte…
Si quieres conocer más información sobre cómo combatir el estrés por una mala gestión del tiempo, muy sencillo, haz clic aquí y verás un vídeo donde te lo explico.